Por Melina Abache
Con las fiestas navideñas a la vuelta de la esquina, y a pesar de que este año serán unas celebraciones un poco particulares, vestirnos para la ocasión nunca estará demás. Y eso implica, un siempre útil y festivo look con lentejuelas. Llevar un atuendo lleno de brillo pareciera que de forma automática llama a fiesta, alegría y el deseo ‘encubierto’ de ser el centro de atención, porque si algo no sucederá mientras luces un look de lentejuelas es pasar inadvertida.
Y puesto que no será así, mejor atraer todas las miradas por las razones correctas y no porque has cometido algún paso en falso que te hará ocupar la lista de las peores vestidas de la fiesta. Un vestido con lentejuelas, para un evento formal, es la opción infalible, las celebrities nos lo han demostrado. Aunque no son difíciles de combinar, podemos pecar por excedernos con ellas con el profundo deseo de ser las más deslumbrante de la fiesta.
No te dejes llevar (de forma negativa) y toma nota de los errores que debes evitar al usar lentejuelas en tu próximo evento, y te aseguramos ser la más radiante del momento.
Por Melina Abache
Brillo excesivo
Menos es más. Esta es una frase que solemos usar con bastante frecuencia, pero en el caso de las lentejuelas no sobra repetirlo. Un grave error a la hora de usar lentejuelas es querer imitar a una bola disco. Elige tu atuendo concienzudamente, sabiendo cuáles son las prendas o zonas de tu cuerpo que quieres resaltar y no te vayas de cabeza por usar todo lo que encuentres que tenga brillo, así no combine. La recomendación es a escoger una pieza (falda, pantalón, blusa, jumpsuit) y crear tu look a partir de ella. Creando un contraste de colores y texturas, para que no te veas muy recargada, como haría cualquier mejor vestida con el truco para llevar lentejuelas a la oficina.
Todo a las tendencias
Aunque no paremos de hablar de las tendencias del momento, en casos como estos, cuando queremos vestir prendas tan llamativas, lo mejor es apostar por: una silueta clásica y un look unicolor. Recargarnos de estilos muy modernos y muchos colores puede llegar a ser excesivo y una distracción negativa que te hará ver más como un arbolito de Navidad que otra cosa. Da los primeros pasos de una forma mas sutil y delicada, hasta que ya domines las lentejuelas y te atrevas con looks curiosos, pero coherentes.
No puedes con ellas
A la hora de elegir entre un traje u otro, si hablamos de un vestido, por ejemplo, recuerda tomar en cuenta el peso que este tiene, más si eres una mujer petite. Los trajes con lentejuelas, si son muy elaborados, suelen ser pesados, así que este es un factor importante a la hora de decidir qué vestir. Puede que la prenda sea despampanante, pero si va a ser imposible de llevar, te cansarás al hacerlo o te verás pequeñita dentro de ella por lo aparatosa que puede llegar a ser. Mejor decantarte por otra opción igual de llamativa, pero más cómoda de lucir.
Te has olvidado de tu piel
Las lentejuelas enfatizarán el tono de tu piel, así que no puedes olvidar este factor al escoger tu vestimenta. Si eres de piel muy bronceada, lo mejor será no combinar tu piel dorada con un vestido en este mismo tono de lentejuelas. La idea será buscar un color que complemente, no que combine o contraste totalmente. Una piel muy clara va muy bien con colore vibrantes como el verde esmeralda o fucsia. En caso de duda, apuesta por los neutros: negro, plata y dorado.
Accesorios sobre accesorios
En la misma línea del menos es más, esta regla también se aplica a la hora de escoger complementos y el maquillaje que rematará el atuendo. Si estás optando por un total look de lentejuelas, tanto los accesorios como el maquillaje que elijas deberá ser más minimalista y sutil. Si por el contrario vistes con una sola prenda de lentejuelas, aleja los brillos añadidos en tus complementos de ella. Si llevas una blusa, que tus accesorios brillantes sean tu bolso o zapatos; si llevas lentejuelas en falda o pantalón, juega con pendientes, anillos y colgantes de más brillo. La recomendación será a siempre apostar por pendientes pequeños y un maquillaje más sencillo.
Por Fernanda Pérez Sánchez