Cuando los más pequeños están mucho tiempo en casa, al igual que nos sucede a nosotros, llega un momento que parece que uno ya no sabe que inventar para entretenerlos y que separen la vista de las pantallas.
Así que para ayudaros a conseguirlo, en esta ocasión vamos a proponeros cinco juegos caseros para toda la familia. Resulta tan entretenido prepararlos como jugar a ellos. Seguro que alguno os gusta a todos.
Búsqueda del tesoro
El primer juego que te proponemos es todo un clásico y te permitirá hacer volar la imaginación y prepararlo de manera por completo personalizada. Tienes que esconder un tesoro en algún lugar o habitación de la casa, así como pistas en distintos rincones que conduzcan al escondrijo final.
Debes preparar un mapa en el que se muestre el inicio y la zona del juego, y a partir de ahí disfrutar al ver cómo se devanan los sesos los participantes para encontrar el tesoro escondido. Por supuesto, siempre puedes ayudar.
En Internet es posible encontrar búsquedas preparadas y listas para imprimir, con diversos niveles de dificultad en función de la edad de los jugadores.
Bolos caseros
Con esta actividad os lo pasaréis en grande tanto por su preparación como a la hora de jugar. Además, resulta perfecta para reciclar aquello que tenemos en casa. Se trata de preparar varias botellas de plástico, que pueden ser de leche, de refrescos o de yogur líquido, que se convertirán en los bolos. Puedes dejarlas tal cual están, pero los niños o los más creativos a lo mejor prefieren decorarlas con números, dibujos o colores. Luego, solo necesitáis un pelota de tenis o una pequeña pelota de goma, que servirá para lanzar y derribar los bolos. La diversión está asegurada.
Juego de memoria
Los juegos de memoria siempre son un acierto. Entretienen y contribuyen a ejercitar la mente por igual. Aptos para todas las edades, si quieres preparar uno propio, puedes reciclar tapas de plástico. Se recomienda entre 12 y 16 unidades, así que también podéis ir almacenándolas en familia hasta llegar a ese número. Luego pinta todas del mismo color, por su parte exterior, para que no puedan distinguirse.
Por otro lado, prepara dibujos por parejas (dos estrellas, dos soles, dos gatos, etc.), recórtalos y pégalos en el interior de los tapones. Puedes prepararlos con símbolos, números, letras, animales o signos matemáticos, entre muchas otras cosas que se te pueden ocurrir.
Luego solo hay que colocarlos boca abajo e ir levantando por turnos de dos en dos, para conseguir hacerse la pareja. Quien acierta, tiene derecho a volver a intentarlo. Y quien más tapones atesora, gana.
Rayuela con cinta adhesivas
Para el siguiente juego es posible utilizar cinta adhesiva, pero también nuestro siempre socorrido washi-tape. De hecho, este último no daña casi ninguna superficie, aunque te recomendamos pegarlo en un sitio que no se vea y despegarlo para asegurarte, antes de preparar lo que te proponemos.
¿Recuerdas la rayuela? Este juego tradicional infantil también es conocido en algunas zonas como «jugar a la chapa». Nos referimos a esos cuadros que se dibujan en el pavimento, se enumeran y se saltan a la pata coja sin poder pisar ni ls líneas ni aquel en el que has puesto la chapa o la piedrecita que se lanza antes de empezar a saltar.
Es una manera estupenda de hacer que los niños practiquen algo de ejercicio y se diviertan sin salir de casa. Y los mayores pueden probar a ver qué tal andan de psicomotricidad.
Futbolín de cartón
Otra idea para disfrutar en familia es realizar un futbolín de cartón. Para prepararlo se necesitan una caja de zapatos, palitos de helado y de brochetas, rotulador, tijeras, pegamento y cartulinas de colores. Los más pequeños pueden dibujar las caras de los jugadores o pintarlos como deseen.
Coloca las figuras en los palitos de brochetas, agujerea la caja para colocarlas, recorta las porterías y echar una partida al fútbol. Y si no tienes palos de helado o figuras para colocar a los jugadores, sustitúyelos por pinzas de la ropa.