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Bizkaia Dmoda La tienda de Bilbao que se sumerge en la magia de la cultura japonesa

SARAI VÁZQUEZ

Un viaje por Japón en 14 metros cuadrados y, lo mejor, sin salir de Bilbao. Así de fácil y posible en la singular tienda que regenta Ander Echeandia de Prado en el corazón de la villa, 'Los Jardines de Kyoto', situada en la calle General Concha número 1. En la cristalera del pequeño comercio, se aprecian a simple vista artículos típicos del país nipón: un par de gatos de la suerte, con su cascabel colgado del cuello para ahuyentar a los malos espíritus; una amplia variedad de artículos de cerámica 'vintage', cuencos y teteras típicas de la ceremonia del té; y, en la parte superior, haciendo una especie de fila india, se avistan algunos modelos modernos y coloristas de los clásicos 'tabi', los calcetines que tienen el espacio para el dedo gordo separado del resto. «Tienen esta forma característica porque a menudo acompañan a las 'getas', las sandalias con suela de madera. Suelen utilizarlas las geishas», explica este bilbaíno de 38 años apasionado de la cultura japonesa.Bizkaia Dmoda La tienda de Bilbao que se sumerge en la magia de la cultura japonesa Bizkaia Dmoda La tienda de Bilbao que se sumerge en la magia de la cultura japonesa

El escaparate de la tienda 'Los Jardines de Kyoto'. / PEDRO URRESTI

Se trata de productos diferentes que llaman la atención de los viandantes que pasan por delante del escaparate y que sirven como muestra de todo lo que el cliente puede encontrar en el interior. El comercio es como una caja de sorpresas. Los 'haoris', unos kimonos cortos, tienen su propio rincón en la tienda. «Esta versión es más ponible», cuenta. Son los artículos más grandes, con diferencia, que se ofrecen en este establecimiento. Todo lo demás viene en frasco pequeño, como las amables y sonrientes 'kokeshi', unas muñecas de madera talladas a mano que Ander ha colocado en una de las estanterías próximas al mostrador. «Es un 'souvenir' que comenzaron a elaborar los ebanistas en el norte de Japón para los turistas que visitaban los balnearios. Se hacen con dedicación en los bajos de las casas», explica.

Las muñecas 'kokeshi'. / PEDRO URRESTI

A su lado, nos sorprende la figura 'daruma' en diferentes versiones. La más típica está hecho de papel maché y pintada a mano. «Es el amuleto de los propósitos. Cuando quieres alcanzar uno, le tienes que pintas un ojo y, en el momento en el que lo consigues, le tienes que dibujar el otro», explica. Y no nos podemos olvidar de 'tanuki', un mapache-perro que se caracteriza por una gran barriga y unos enormes testículos. Y así, llegamos a los artículos más pequeños: unas figuritas diminutas, que no superan el tamaño de la yema de nuestros dedos. Tienen forma de gato o rana y hay que introducirlas con las monedas en el monedero para atraer la buena suerte en diferentes aspectos de la vida. Unas son para el amor, otras para la sabiduría y también hay una para la buena salud. ¡Y así hasta nueve!

«Más de 700 referencias»

Bizkaia Dmoda La tienda de Bilbao que se sumerge en la magia de la cultura japonesa

Es posible echar un vistazo a los estantes de la tienda, una y otra vez, y aún así seguir encontrando nuevos artículos curiosos que no habíamos percibido antes. «Es normal, porque puedo tener en el local más de 700 referencias», asegura este emprendedor. Se trata de unos productos elaborados en Japón que Ander selecciona de forma exhaustiva. «Un conocido que vive en Kioto me envía diferentes piezas cuando lo necesito», admite. Eso sí, una vez al año este joven coge el avión, pese al pánico que le provoca volar, para buscar de primera mano productos especiales entre las calles más recónditas de Tokio, Kioto, Nara, Kōbe u Osaka. «Los encuentro donde menos me lo espero, muchas veces en mercados de segunda mano o en tiendas de antigüedades», dice. Y pese a todo lo que ofrece en el comercio ahora mismo, reconoce que las restricciones por el coronavirus están provocando que se quede sin existencias. «Me estoy quedando sin provisiones. Con la pandemia, hace dos años que no viajo a Japón. Cuando voy se nota un antes y un después en mi negocio».

Ander en su tienda japonesa de Bilbao. / PEDRO URRESTI

Pero en este pequeño local, decorado acorde a la estética japonesa - con una cortina 'noren', que se suelen colocar en la entrada de los restaurantes, y dos kimonos de niño colgados en la pared-, todavía hay más artículos tradicionales del país nipón. En su establecimiento, también ha hecho espacio para la moda: a los ya mencionados 'hoaris', le siguen unos pequeños bolsos japoneses, característicos por tener un asa un poco más larga que la otra. Los elabora una modista en Bilbao con los retales que Ander trae de Japón. Unos trozos de tela coloristas que también vende a partir del metro. «Muchas señoras vienen a la tienda para elegir un tejido con el que luego hacen sus propias prendas», cuenta.

Bolsos japoneses. / PEDRO URRESTI

En el establecimiento también se puede encontrar un 'stand' repleto de inciensos con olores de flor de cerezo, de té verde o de café, entre otros. «Están hechos con madera de aloe y de sándalo y con las diferentes esencias», explica Ander. En el mismo rincón, también ofrece incensarios de hierro fundido y de cerámica. «Son diferentes a los tibetanos. Los japoneses no tienen la barra de bambú, así que el incienso se consume entero. No echa humo y el olor no es tan cargante», añade. A su lado, podemos adquirir todo lo necesario para hacer caligrafía japonesa: pinceles de pelo natural y tintas. Además, también dispone del papel 'washi', que permite restaurar documentos y otros artículos. «Esta mañana por ejemplo ha venido un hombre a la tienda porque quería utilizarlo para restaurar unos billetes de coleccionista», cuenta.

Un inciensero japonés con su incienso./ PEDRO URRESTI

En otro de los estantes, próximo a la puerta, Ander ha colocado con dedicación las novedades: una pequeña sección de belleza, compuesta por perfumes sólidos, elaborados con cera de abeja; cacaos y brillos de labios. En ese pequeño rincón, este bilbaíno también expone un pequeño espacio 'gourmet', con una amplia variedad de productos para usar en la mesa y alimentos. Así, se pueden adquirir salseras para la soja, palillos de bambú, soportes para apoyar los palillos, o cuencos para servir y comernos el ramen. «Además, tengo todo lo necesario para preparar té matcha o tomar sake, una bebida elaborada a base de arroz triturado y alcohol, que también pueden conseguir aquí», añade.

Ander fundó 'Los Jardines de Kyoto' hace seis años: «Llevaba mucho tiempo trabajando en diferentes negocios de la villa, hasta que decidí abrir el mío propio», cuenta. Quería crear una tienda única en Bilbao y enseguida se le ocurrió que debía estar relacionada con la temática japonesa, un país que siempre le había apasionado. «Existían algunos comercios especializados en el cómic y en el manga, pero ninguno ofrecía una variedad de artículos típicos de Japón», explica. Con los años, su local se ha ganado un hueco en los corazones de los bilbaínos. «Muchos vienen para hacer un regalo original; otros, sin embargo, entran por primera vez al local, se enamoran de un producto y comienzan a coleccionarlo», cuenta. Algo que suele pasar «muy a menudo» con las muñecas 'kokeshi', el producto más vendido.

Desde el pasado 1 de julio, el comercio ha cambiado de ubicación y de paradigma: «Antes estábamos enfrente. Era un local más amplio y ofrecíamos todavía más productos, como bonsáis; y organizábamos talleres». Ahora, en un espacio más reducido y lleno de figuritas diminutas, Ander ha decidido centrarse en los productos tradicionales de Japón: la moda, los amuletos de la suerte y la cerámica. Y así, poder ofrecer un viaje por el país del sol naciente en 14 metros cuadrados y sin salir de Bilbao. ¿Comienzas la travesía?

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