Por Maria Belen Archetto
Desde que las marcas veganas consiguieron hacerse un hueco en la industria, los directores creativos constantemente están buscando incorporar tejidos, métodos o técnicas innovadoras para alcanzar esa tan anhelada –a veces utópica– sustentabilidad, y en ese sentido muchos diseñadoras han tenido éxito al erigir piezas confeccionadas en fibras orgánicas o materiales que no han sido sometidos a ningún proceso químico, además de rehusarse a utilizar pieles de origen animal, demostrando no solo un respeto solemne por los animales y la naturaleza, sino también siendo disruptivas al redefinir un nuevo concepto del lujo asociado a la durabilidad.
¿Por qué la moda sustentable no es más asequible?, se preguntan muchos. Lo cierto es que hace algún tiempo viene suscitándose un movimiento que aboga por un estilo de vida ético y por aminorar de manera considerable el impacto de la industria de la moda en la naturaleza, como así también encontrar alternativas viables a los desafíos que se ciñen alrededor del cambio climático. Y definitivamente en febrero del año pasado ha tenido lugar un hito al llevarse a cabo la primera Semana de la Moda Vegana, mejor conocida como Vegan Fashion Week. Su creadora y CEO, Emmanuelle Rienda, solía representar a diseñadores franceses cuando se mudó a Los Ángeles en 2008, hasta que unos años después se conectó con la filosofía del veganismo.
Por Atenea Morales de la Cruz
Tras el éxito inconcebible de la conferencia ‘El futuro de la moda’ con participaciones de los equipos de Calvin Klein o Kanye West, Emmanuelle se convirtió en la artífice de una pasarela sin precedentes, y dado que la pandemia ha obligado a muchos a reconvertirse, se ha propuesto dar vida a un showroom en el que por primera vez confluyen firmas veganas y distintos actores de la industria, creando de ese modo una plataforma que propicia la expansión del movimiento. Esto es, a una sustentabilidad en la moda. Próximamente piensa convertirlo en una tienda de concepto vegano que incluya gastronomía, belleza e interiorismo, además de llevarlo a países como Japón, Francia o incluso México.
Teniendo en consideración el trabajo de quienes abanderan los derechos de los animales, la cultura slow fashion y el día mundial del veganismo que tuvo lugar el 1 de noviembre, descubre las marcas veganas que nos han conquistado y que se proponen instaurar un cambio radical en la industria.
Sylven New York
Los zapatos son una de las piezas más preciadas en nuestro clóset y al adquirir un nuevo modelo, la calidad, al igual que el diseño, son dos de los aspectos en los que solemos hacer hincapié. Es por ello que el leitmotiv de la firma vegana Sylven New York aúna un diseño impecable con una estética moderna, atemporal y una mentalidad sostenible. Casey Dworkin, su fundadora y directora creativa, desde pequeña se ha abocado al cuidado del medio ambiente, ya que al nacer el Día de la Tierra siente una conexión con ella, y cuando un incendio arrasó con casi todas sus pertenencias, decidió dar vida a una compañía que promueva un lazo entre integridad, calidad y estilo.
Fabricados de manera artesanal en Italia, la etiqueta opta por alternativas a base de plantas, de origen biológico y recicladas, como el cuero elaborado a partir de residuos orgánicos de manzana, suelas y tacones también de materiales reciclados y detalles derivados de subproductos de maíz y trigo. Entre sus certificaciones destacan los Estándares Globales de Reciclaje hasta prácticas laborales éticas de comercio justo, ‘Nuestra colección busca trascender la percepción de lo qué significa la sostenibilidad, buscamos mejorar la naturaleza compleja y multifacética de la sociedad, el medio ambiente y las prácticas comerciales económicas sostenibles’, subraya la diseñadora.
Ohja
La diseñadora Dubraska Portillo nació en Venezuela y hace algún tiempo se instaló en México, en donde se propuso cambiar el panorama en 2014 al crear una propuesta que establezca un diálogo constante entre el diseño minimalista y el amor profundo por la naturaleza. Desde el primer momento Ohja sorprende con accesorios de eco-piel, un material sin adiciones químicas y enteramente vegano, y esta temporada 2020 su colección Oceanic fusiona piezas atemporales con la simbología del océano, enalteciendo el respeto por las especies que habitan allí.
Una firma que a través de materiales fabricados en México y accesorios erigidos por artesanos celebra el diseño latinoamericano, con una filosofía sustentable que promulga la responsabilidad y el desarrollo de alternativas sustentables a la piel animal. ‘Buscamos ser pioneros en nuevos materiales alternativos hasta avanzar hacia la circularidad y transformar los procesos de la industria de la moda, dejando una huella positiva en el entorno a través de piezas de calidad’, concluyen desde la firma.
Benedetti Life
La diseñadora eslovena Matea Benedetti ha trasladado su vasta experiencia en el campo del vestuario teatral y de ópera para dar con una firma de lujo que tiene por objetivo proteger la vida en todas sus formas. Y si bien su propuesta de sustentabilidad está vigente desde 2014, el año pasado consiguió afianzar en Benedetti Life el concepto de innovación responsable, prácticas de producción o impresión digital que no dañan el agua, el suelo o la salud humana, textiles cruelty-free biodegradables y por supuesto la pasión por la moda sostenible.
Pese a tener sede en Eslovenia y ser parte del showroom en Los Ángeles, las colecciones son confeccionadas enteramente en Italia y cada una de ellas se encuentra inspirada en una especie animal en peligro de extinción. ‘La colección actual está dedicada a los loros amazónicos amenazados por el comercio ilegal y la reducción de su hábitat. A través de nuestras creaciones queremos preservar su belleza sin perseguirlos ni destruir su hogares y, al mismo tiempo, concientizar sobre cómo proteger la vida animal’, cuenta la diseñadora a Vogue.
En sus atuendos jamás divisaremos pieles, lana, cuero, plumas o ningún tejido de origen animal, por lo que no sorprende que haya obtenido la certificación PETA o el Estándar Global de Textiles Orgánicos (GOTS). Benedetti Life cree firmemente en plasmar un cambio positivo para asegurar el futuro colectivo, y también destaca por haber participado en la primera edición de Vegan Fashion Week con su colección vegana fabricada con piel de manzana y textiles orgánicos.
ENDA
Desde sus inicios en Nueva York en 2015, ENDA busca promover un movimiento cruelty-free y un estilo de vida orgánico, y es por ello que su creadora, la diseñadora japonesa Ran Enda, resolvió producir prendas libres de cuero, piel, lana, seda y otros materiales derivados de animales, permitiendo únicamente las fibras naturales e incorporando varios tintes a base de plantas, así como también materiales reciclados. ‘Nuestra misión es diseñar ropa con un propósito y celebrar las ofrendas de la naturaleza’, declara la fundadora a Vogue.
La firma vegana certificada por PETA introdujo este año su colección 100% biodegradable titulada Botanical, inspirada en la paleta cromática de la Madre Tierra que se traduce en un cielo azul, rocas de color rojo intenso o los matices del atardecer. Así pues, creación tras creación se encarga de fomentar el respeto a los animales, al medio ambiente y a todos los trabajadores involucrados en el proceso para cumplimentar con los más altos estándares en las distintas vertientes de la sostenibilidad.
Dauntless
En su firme compromiso por la moda sostenible y vegana, Dauntless, la firma creada por la diseñadora oriunda de Colombia Paula Maldonado, destaca la importancia de aplicar prácticas de producción responsables con el fin de crear un impacto positivo en el consumo consciente y en el medio ambiente. ‘Durante mi vida en Nueva York me encontré con la ausencia de opciones de moda sostenible de buena calidad y precios accesibles, no había marcas que contaran con certificaciones que respalden su visión o cadena de producción. Vi que podía ser pionera en el nicho de la moda creando una marca para la población vegana o para aquellas personas cuyas convicciones los impulsen a comprar responsable’, cuenta la diseñadora a Vogue.
Por Amira Saim
En su última colección se ha dispuesto a crear básicos atemporales que logren perpetuar durante años en el clóset, debatiéndose entre su clásica chaqueta de cuero, prendas, bolsas y accesorios que también abogan por la modernidad. Además de ser la única etiqueta que cuenta con el aval de PETA en su país por no utilizar ningún material que derive de un animal, certifica la cadena de producción, sus insumos y la mano de obra para proporcionar al consumidor una alternativa responsable a precio razonable.