Todos los años se vierten en los mares alrededor de 13 millones de toneladas de plástico. Según la ONU, esto equivale a vaciar el contenido de un camión de basura en el océano cada minuto. Todo ello sin olvidar la cantidad de plástico y de basura que podemos encontrar también en tierra firme. Para ayudar a luchar contra esta situación, que está generando un daño irreparable en el ecosistema, Iñigo Sánchez Lobo y Mónica Calvo-Fernández han abierto recientemente Eko Irun, una tienda ubicada en el barrio de Arbes (en el 5 de la calle Meazuri) en la que venden detergentes y artículos de limpieza a granel, así como cosmética y productos de higiene naturales y otros utensilios que constituyen una alternativa al plástico.
–Parece que últimamente el mundo de los productos ecológicos y naturales está en auge, pero vosotros hace mucho que lo conocéis ¿verdad?
–Sí. En casa hace años que comenzamos a buscar alternativas para no generar tanto residuo de plástico. Nos informábamos de cada producto, para saber qué beneficios tenía, además de no generar residuos. Así fuimos poco a poco metiéndonos en este mundo. Comenzó entonces a surgir la idea de crear algo nuestro, donde pudiéramos ofrecer a la gente de nuestro alrededor la posibilidad de obtener esos productos que consideramos necesarios para ir tomando el camino que nos ayude a dejar un poco más decente nuestro entorno; que los que vienen detrás no se encuentren todo patas arriba.
REUTILIZAR Y REDUCIR«La realidad es que la mayoría de los plásticos no pueden reciclarse, solo un porcentaje pequeño»NO TESTADOS EN ANIMALES«Todos nuestros productos son veganos y naturales, sin ingredientes dañinos»
–Y ¿en qué momento decidisteis dar el paso?
–(Iñigo): una semana antes del confinamiento, la empresa para la que trabajaba no nos renovó el contrato a varios trabajadores. Para entonces yo ya me había ido formando, buscando empresas que tuvieran productos como los que nosotros utilizábamos, estudiando lo que ofrecía cada una... Así que cuando nos confinaron, como tenía mucho tiempo, seguí por ese camino.
–Hasta que disteis con 4Eco.
–Era una marca que ya usábamos en casa y nos gustaba. Por lo que finalmente, en marzo o abril de este mismo año, nos reunimos con ellos para que nos explicaran cómo funcionaba, las características de todos sus productos, etc.
–Y os convenció.
–Sí, ya sabíamos que 4Eco ofrecía buenos resultados, así que solo nos faltaba el local.
–¿Lo buscasteis directamente en el barrio de Arbes?
–Sí, porque es donde nosotros nos movemos, Arbes, Larreaundi, Palmera Montero... Vivimos aquí al lado, las niñas también van al cole aquí... Es un barrio muy majo, con mucho movimiento de gente.
–¿Qué ofrecéis exactamente en Eko Irun?
–Por un lado, cosmética y productos de higiene como champús sólidos, jabones, acondicionadores... También bolsas de tela, botellas y pajitas de acero inoxidable, utensilios de limpieza, etc. Y, por último, todo tipo de productos de limpieza del hogar y para la ropa, en este caso a granel.
–Así que quien quiera comprar detergente, friegasuelos o friegaplatos, por ejemplo, debe traer su propia botella o recipiente.
–Sí. Sabiendo que un envase puede tardar 400 años en descomponerse, evidentemente es mucho mejor tener siempre los mismos recipientes e ir rellenándolos. Aquí tenemos botes que pueden comprar, con la idea de que los reutilicen, claro, pero nosotros queremos fomentar que traigan sus propios botes de casa.
–Porque, más importante que reciclar es reutilizar y, de este modo, reducir.
–Eso es. La gente piensa que reciclar es suficiente. Pero la realidad es que la mayoría de los plásticos no pueden reciclarse, solo un porcentaje muy pequeño. Y ves los datos, esas islas de plástico que hay en los océanos por culpa de todas las toneladas de residuo que acaban en los mares, y te planteas que algo no estamos haciendo bien. Por eso esta es la forma de poner nuestro granito de arena y hacer ver a la gente que, si cada uno pone de su parte, podemos rebajar esos datos.
–Además de naturales, todos vuestros productos son veganos.
–Sí, ninguno está testado en animales. También son naturales y no tienen ingredientes dañinos ni para el cuerpo ni para el medio ambiente, y están tan concentrados que una cantidad muy pequeña cunde mucho. Además, son biodegradables entre un 90 y 98%, por lo que lo que se va por el desagüe apenas contamina.
–En estos tres meses de vida de Eko Irun, ¿qué tal os han acogido?
–Muy bien. La gente mayor nos dice que ya era hora de volver a lo de antes, a comprar a granel, igual que bajaban ellos a comprar las lentejas o la leche en los cascos, por ejemplo. Hemos tenido muy buena aceptación. Además, el hecho de comprar a granel ofrece la opción de comprar menos y así poder probar el producto. Y eso es algo que gusta a la gente.
–El envío a domicilio es una alternativa que ofrecéis, ¿verdad?
–Sobre todo para gente mayor o que no puede cargar peso, y para personas a las que por motivos de trabajo no les viene bien el horario. Pueden hacernos el pedido y lo llevamos a casa. Es un servicio gratuito y lo repartimos en bici.
–En ese caso, ¿los botes los ponéis vosotros?
–Aquí tenemos botes vacíos que hemos ido recopilando y que utilizamos en estos casos. Y cuando vamos a las casas, si tienen otros botes vacíos, nos los dan.
