Sara Carbonero está inmersa en una etapa de cambios. Después del reciente anuncio de su separación de Iker Casillas después de una década de amor, la periodista ha tomado las riendas de su vida y continúa tomando decisiones importantes. La últimas, la de vender la firma de moda que tiene junto a su íntima amiga Isabel Jiménez, Slow Love. El comprador, el gigante textil Tendam, propietario de otras marcas como Cortefiel o Pedro del Hierro.
Sin embargo, estas dos emprendedoras no se desligan del proyecto que lanzaron hace cinco años y sobre el que han trabajado con mimo y con empeño y que va más allá del diseño de ropa ya que asume la importancia de los materiales y del desarrollo sostenible. En esta nueva etapa, las periodistas formarán parte de la dirección creativa.
Parece que, desde la perspectiva económica, se trata de una decisión acertada ya que el nuevo dueño es especialista en la industria textil y puede favorecer el crecimiento de Slow Love después que durante los últimos años las cuentas se cerraran en número rojos. Una apuesta por la moda sostenible que propiciaba precios poco asequibles y que ahora, podrían verse más democratizados permitiendo que muchas de las seguidoras de Carbonero se sumen al diseño respetuoso con el medio ambiente.
Recientemente pudimos comprobar que las dos amigas habían viajado junto al mar para trabajar en este proyecto común y anunciaban novedades en breve. De hecho, la operación no ha sorprendido dado que la firma ya estaba ligada a Cortefiel después de que se anunciara la colaboración que les permitía vender sus prendas en las tiendas físicas de la cadena.
