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Encinar, una firma española de prendas de costura que querrás combinar hasta con chándal

ENTREVISTA
Hablamos con Fabio Encinar, finalista de Who’s on Next 2021, sobre su última colección, una propuesta cargada volumen que rinde un homenaje a las raíces españolas

Por Nuria LuisEncinar, una firma española de prendas de costura que querrás combinar hasta con chándal Encinar, una firma española de prendas de costura que querrás combinar hasta con chándal

Al chándal le está pasando como al pantalón pitillo: la suya es la crónica de una muerte anunciada que nunca acaba de llegar. El año pasado, el New York Times hablaba de un efecto rebote que nos haría desear solamente ropa más arreglada. Es, de hecho, una de las tendencias omnipresentes sobre la pasarela: concebir un futuro que olvida este año ominoso de looks pijameros. Otra forma de abordarlo, quizá más sensata, es pensar en una coexistencia. Para Fabio Encinar (Madrid, 1991) son dos mundos completamente compatibles: “Cada día salgo a la calle y veo a mujeres llevando un top increíble y un pantalón casi de chándal, o una sudadera y un abrigo de lana… Me parece divertido que el estilo evolucione [...] Me alucina el minimalismo de Acne o las líneas de Raf Simons, pero creo que la mezcla y la combinación son la clave perfecta”, comenta para Vogue España.

Ese cruce de caminos llega a un punto de encuentro en su marca homónima. La intención de Encinar, uno de los quince finalistas de Who’s On Next 2021, es vivir en ese lugar intermedio entre la costura y el ready to wear, con prendas que evocan la artesanía de un país con una tradición única en la industria. Una máxima que se repite en su nueva colección, en la que el diseñador madrileño maneja referencias muy españolas: “En mis colecciones se enfrentan desde el cine de Carlos Saura (Cría cuervos es siempre obligatorio antes de sentarme a dibujar) , con las batas de cola de Rocío Jurado… Comparten moodboard todas esas referencias raciales de España que necesita el folclore para expresarse con las imágenes de los inicios de Ibiza, las noches de clubbing donde la realeza europea se mezclaba con los payeses”, sostiene, mencionando otras inspiraciones que van de la estética de Martin Parr a las polaroids de François Halard.

Este cóctel de alusiones es el idioma que habla ya no solamente su última propuesta, sino también las demás. Para Encinar, hace tiempo que sus colecciones dejaron de ser historias diferentes e inconexas. Las ve como una evolución natural, una misma historia contada a lo largo del tiempo: “En todas puede haber nuevas formas o patrones, pero creo que si elegimos prendas de nuestras últimas colecciones y las mezclamos entre sí, podrían coexistir casi sin darnos cuenta en una nueva colección”, apunta.

Encinar, una firma española de prendas de costura que querrás combinar hasta con chándal

El volumen, por ejemplo, es uno de los rasgos más reconocibles de esta nueva colección, presente en actualizaciones de mangas historicistas como las jamón y otras asimétricas. También se articula en torno a volantes, lazos y otras siluetas que invaden vestidos con la misma rotundidad que en los años 80: “Los volúmenes son clave en nuestra identidad. A mí me emociona ver una imagen de alta costura de Ungaro o de Yves Saint Laurent, e inevitablemente esas referencias se filtran mediante mis diseños. Es el anhelo de una época que no he vivido pero que me gusta imaginar: para mi los 70 y 80 es la mezcla entre La piscine y Frantic: un mundo lleno de gente que dedica tiempo a la belleza”, declara. Entre los materiales, la tafeta o el shantung son dos de los protagonistas de la colección: cada temporada tratan de rastrear stocks antiguos de talleres que han cerrado y comprarlos enteros, cuenta Encinar. Es su forma de dar vida a un tejido que fue muy deseado hace décadas, pero que ha caído en el olvido: “Me divierte encontrar todo tipo de tejidos antiguos, nuestros volúmenes vienen de las construcciones de prendas de esa época y se consiguen con mayor facilidad usando las telas que se usaban en su momento”, apunta. Para esta propuesta, han mezclado tejidos con más cuerpo con punto roma y textiles que se comportan de manera muy diferente. Cuando le preguntamos por si tiene alguna prenda estrella, reseña un little black dress de hace varias colecciones, de moiré negro con volante asimétrico, que marcó un punto y aparte para la firma. De alguna manera ha estado presente cada año, y en 2021, ha querido darle las gracias a través de un traje de chaqueta en el que el volante hace que la chaqueta cruce y cierre sobre la modelo; “uno de los los más conseguidos este año”, opina el diseñador.

En plena pandemia, la pregunta por las consecuencias de la covid parece de rigor. En cuanto a Encinar, la crisis les ha afectado a varios niveles. Por un lado, apunta, resulta sorprendente cómo una colección terminada casi en tiempo récord comparada con las anteriores sea a su vez la que más horas de costura tiene y la que más dedicación ha necesitado: “A veces ponernos al límite hace que el resultado mejore, pero no repetiría el estrés”, dice el madrileño entre risas. Frente a la posibilidad de hacer un desfile presencial, optaron por ser prudentes, aunque “las ganas de volver a la pasarela no se han ido”. La alternativa para 2021 fue hacer un desfile grabado, un formato más agradecido pero que para él sigue sin ser comparable: “No hay contratiempos, no hay prisas, no hay problemas visibles y el video tiene mucha más calidad. Pero si soy honesto, creo que la adrenalina de la puesta en escena, la sensación de llevar a los asistentes por unos minutos a tu mundo, con una localización, la música, y sentir cada paso de las modelos es una experiencia increíble que ha de producirse”.

En cuanto a las ventas, la pandemia frustró su intención de lanzar venta online en abril de 2020. Finalmente decidieron aventurarse unos meses después, en diciembre. Pero con un twist: reconstruyeron los looks, apostando por estilismos en los que el pantalón pasaba de combinarse con una sandalia a hacerlo con un una zapatilla plana y el top de volumen festivo con un pantalón fluido de sport. ¿Las prendas que mejor funcionaron? Las más voluminosas y menos comerciales, que se agotaron. “Nos dimos cuenta que el mercado estaba ahí, que había estado esperando y que el miedo era nuestro, pero no del público. La gente necesita la excusa, pero no las ganas”.

En el estudio de Mans

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Por María JoséPérez Méndez

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