Estos son sus consejos
→ Siempre se empieza por sacar la ropa de la temporada que vamos a organizar, ya que normalmente la que vamos a guardar va en ese mismo sitio. Seguidamente hay que vaciar todos los armarios y sacar todas las prendas (en este caso más abrigadas) que vamos a guardar. Revisando las piezas que mantendremos en el armario, que suelen ser básicos o prendas atemporales.
→ Una vez tengamos todo fuera, revisamos: ¿qué no nos hemos puesto de la temporada de otoño-invierno que podemos reciclar, donar o vender? Eso va fuera.
→ Es muy importante que guardemos la ropa de otra temporada limpia y sin desperfectos. Aunque no te vayas a poner ese abrigo, ¡arréglalo antes de guardarlo!
→ Lo más práctico es guardar todo lo que se pueda doblar (camisetas, pantalones y complementos) en cajas de tela; y los vestidos o chaquetas en fundas de tela, preferiblemente colgados.
→ Una vez hayamos guardado todo lo de la temporada pasada, revisaremos lo de esta temporada de igual manera. Si hay alguna prenda que ya no nos cuadre o que esté en mal estado, la separaremos en vez de guardarla en el armario.
→ Cuando ya tenemos las prendas que vamos a guardar (en este caso las de primavera/verano) analizaremos nuestro armario para ver si los espacios se ajustan a la ropa.